A lo largo de la historia el cine ecuatoriano no ha sido un campo explotado en su totalidad. Sus pasos son lentos en el camino de la producción. La falta de apoyo económico y publicitario en este rubro es una dificultad que tiene que sobrellevar para poder ver sus frutos.Como respuesta a esto en los últimos años se ha comprobado que las películas realizadas en el país, han sido gestionadas por el mismo grupo de personas. Autores, directores, fotógrafos, editores, etc, eran quienes se encargaban de toda la producción que conllevaba hacer una película.
Es por esta razón que nace el Consejo Nacional de Cinematografía (CNC), entidad que pese a la falta de fondos, se ha empezado a consolidar por su gestión interna e internacional de acuerdo a una publicación de Diario Hoy.
Sin embargo en los últimos años el cine ecuatoriano se ha fortalecido. Es por esto que se conocen creaciones cinematográficas premiadas por su excelente realización o por una temática sólida y creativa.
De acuerdo a una encuesta efectuada por el mismo Diario a un grupo de personas, se pudo comprobar que la gente se encuentra satisfecha con la labor que ha realizado este campo.
Una de las películas que marcó un antes y un después en la trayectoria del cine ecuatoriano fue “Qué tan lejos” que captó un alto porcentaje de asistentes al sumar a la taquilla nacional varios millones de dólares, además de lograr premios en el extranjero.
A pesar de la crítica hacia este sector de la cultura, este se ha robustecido con la realización de varios largometrajes que fueron premiados.
No obstante en estos 25 años de historia cinematográfica hubo películas que señalaron el camino que deberá seguir este rubro.
Un ejemplo de esto es “La tigra” del productor Camilo Luzuriaga, éxito de taquilla en 1990.
Una escasa e insuficiente historia de producción nacional es la tónica de un cine que aún no ve la luz, a pesar de que las pocas realizaciones han tenido éxito.
El camino está trazado para quienes están transitándolo, es duro pero no imposible de lograr.
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